Se pasan todos los días entre fogones, sartenes, productos locales… Pero también tienen una vida después, hijos, pareja, días libres… Por eso le preguntamos a nuestros Chefs(in) ¿qué pasaría si nos auto-invitáramos a su casa?, ¿qué ingredientes tienen en la nevera?,¿qué cocinarían para deleitar nuestros paladares?
Spoiler: no vamos a pasar hambre.
Kiko Martorell - Un banquete o un pa amb oli
El mejor día para autoinvitarse a casa de Kiko Martorell, es el día de descanso. “Ese día recojo todas las sobras del restaurante”. Se refiere Can Boqueta, ese centro de amor por la gastronomía.
En su nevera hay tomates de ramallet, fuet de trufa y vinagreta de mostaza lista para bañar. Sin pensarlo, se decide por un pa amb oli con lomo de porc negre y con foie, incluso con pescado marinado del restaurante.
Aunque, eso sí, el pan lo ponemos nosotros. Él pone toda el arte. Los genios despistados son así.


Ariadna Salvador - Lentejas, curry, pan naan casero
Lo primero que dice es «ahora mismo podría hacernos unos macarrones con tomate». Pero Ariadna Salvador, la chef de Ninumá, tiene un punto de maga. Abre la puerta de su nevera y encuentra yogur natural, queso, un bote de mantequilla, alguna verdura de la finca que su vecina tiene en Campos… Y además, del congelador, saca pasta al curry, pinchitos de pollo. «Los preparamos con el peque, que le encantan».
Improvisación y encanto que da forma a unas lentejas al curry con pan naan casero. Delicioso y con una historia que contar. Además de alimenticio, claro.
José María Borrás - Cordero con nísperos
“Como y ceno cada día en el restaurante, pero en casa… siempre hay algo”.
José María Borrás, chef de Aquiara, tiene claro que no nos dejaría sin un buen banquete. Parte de su nevera la abastece, su hermana, con verduras de su propio huerto, y, por supuesto, queso de Mahón.
Invitarse a su casa tiene un componente de temporada, porque su cocina es de mercado y con producto de las islas. Aunque tener un buen congelador ayuda y siempre puedes encontrar algo de cordero.
“En mayo, cordero con nísperos, puede ser muy top”. Dicho así suena a manjar de primavera, con alma de cocina hecha en casa. En el plato, es aún mejor.


Santi Taura - Frit de caragols amb favetes
Santi Taura dice que no tiene muchos ingredientes, pero abre su congelador y está considerablemente lleno: hamburguesas (normales y de heura), favetes congeladas, edamames, caracoles que le sobraron del domingo. El chef de Dins, sigue su búsqueda en los cajones de la nevera y encuentra una base de pizza de pinza, mozzarella…
En sus palabras: “un frit de caragol amb favetes delicioso y una pizza que flipamos”. Nosotros nos hemos quedado sin. Palabras, obviamente.
David Morillas - Revueltos con mucho amor
David Morillas, chef de Óseo, tiene pocas dudas. Se pone manos en la masa: huevos, leche, parmesano, acompañado con brócoli, calabaza y guisantes del restaurante… Todo “pasado por la plancha con mucho mimo para que salga revuelto con mucho amor”. Aunque no termina de quedar contento, así que le añade un toque maestro: unos perrechicos salteados.
Pocos ingredientes y mucho cariño.. no podemos pedir más.


Miquel Gelabert - Tortilla con ensalada
Aunque le dedique mucho tiempo a su restaurante, Miquel Gelabert siempre tiene en casa patatas, huevos, sobrasada y hierbabuena recién cortada de su balcón. El resultado: una tortilla con carácter acompañada con ensalada de tomate que siempre viene bien.
Cocina sencilla, pero con el ingenio del chef de Ca’n March, que practica el comer, beber y amar con devoción y lo convierte en mucho con muy poco.
Adrián Quetglas - Tortilla de patatas baby
Adrián Quetglas es una persona previsora y lo de pillarlo por sorpresa no entra en sus planes. El chef del nuevo D’Gustar lo tiene todo pensado por si viene alguien a casa de imprevisto.
En su nevera no faltan: huevos frescos de gallinas de un amigo, un buen jamón ibérico y albahaca fresca de su huerto.
Nada más sencillo y exquisito que una tortilla de patatas baby bien cargada. Un placer saborearla. En serio.


Irene Martínez - Vermut, ensalada y arroz con caracoles
En la nevera y su despensa de Irene Martínez, chef de Nus, hay tres o cuatro cosas básicas. Dice que «dan penica, porque se alimenta en el restaurante», pero somos conscientes que no es cierto. Vermut, cervezas, aceitunas, berberechos, mejillones y patatilla. Porque una buena comida siempre «se tiene que empezar con un buen aperitivo«. Un gran principio, añadimos.
Más allá del abreboca, encuentra un cogollo, seis tomates cherry y sofritos, «para una ensaladita«. Y, en el congelador, fondo de arroz con caracoles que «da para un buen plato». Nos conformamos (y nos relamemos).
Marga Coll - Huevos fritos con patatas y langosta
La chef de Miceli tiene siempre la nevera muy bien abastecida. Marga Coll la abre y nos dicta la lista: algo de fruta, yogur de coco, chía en remojo «para desayunar cada mañana», embutidos, sobrasada, un poco de salmón, aguacates, lechuga, huevos «que nunca faltan», leche, vino blanco y cava o champán «porque nunca se sabe», algunas salsas «y poca cosa más». Contradiciéndola, considerarlo poca cosa es algo que, desde aquí, no haríamos.
A pesar de todo ello, aún puede sorprendernos. «Ya empieza a haber las primeras langostas en el mercado», confiesa, así que unos huevos fritos con patatas y langosta. «O gambas, o camaiot, o cuixot o…». A eso se le llama poder de seducción.

A raíz de lo que demuestran las y los miembros de Chefs(in), lo de tener una nevera que devuelve el eco no es un problema si te pasas el día en una cocina y sabes cómo solucionar todo lo que sucede en un restaurante como los suyos.